Policía detiene a turista en aeropuerto de España por llevar elementos ilegales en su equipaje

Aunque en su gran mayoría los viajes se hacen con fines turísticos y nada más que eso, sin embargo un pequeño porcentaje de personas buscan transportar sustancias ilícitas por el aeropuerto de España, utilizando a personas ingenuas para sus fechorías.

Ingenuo viajero en aeropuerto de España

Esta historia la protagoniza un viajero colombiano que viajaba desde Bogotá con destino a Madrid en plan de turismo.

Aunque su propósito era el de conocer España, este viajero no se imaginaba que su libertad se iba a verse comprometida. Por un descuido, que cometen muchos viajeros a diario, se vio comprometido en serios problemas. La policía ha descubierto que en su equipaje transportaba sustancias ilegales.

Esta historia nos la compartió por un seguidor de nuestras redes sociales, quien menciona que su primo al que llamaremos Samuel, para proteger su identidad, salió de Bogotá, Colombia, el día 15 de enero de 2024.

Su objetivo era el de pasar unos meses por Europa y conocer varios de los puntos turísticos más importantes pues era su sueño desde niño. Particularmente deseaba conocer la Torre Eiffel de París durante la temporada de invierno.

Con antelación preparó y ahorro dinero para costearse los gastos de viaje, pues no contaba con familiares ni amigos que pudieran darle alojamiento en Europa.

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Samuel tenía además la ilusión de probar el Risotto milanés en un reconocido restaurante de Roma. Se lo había recomendado un amigo que ya había estado meses atrás.

Emocionado por su viaje, y con un colchón financiero en su cuenta bancaria, Samuel compró los pasajes de avión y viajar a Europa, aterrizando inicialmente en el aeropuerto de Madrid en España. Planeó su estancia de dos meses al visitar territorio europeo, sin saber que pagaría con crecer el error que ignoraba que había cometido.

para poder estar allí durante dos meses aproximadamente, sin saber que ni siquiera podría pasar del aeropuerto por un error que cualquiera podría cometer.

Abordaje en origen

Cuando abordó el avión desde Bogotá, Samuel pasó por todos los controles de seguridad que tiene el aeropuerto El Dorado. Aunque los controles por parte de la policía para detectar narcóticos o cualquier tipo de sustancias son bastante estrictos.

La policía en El Dorado cuenta con perros entrenados para olfatear ese tipo de sustancias, policías con experiencia en detección de comportamientos anormales. Además este aeropuerto cuenta con cientos de cámaras de seguridad regadas por todas partes.

No obstante, Samuel no era el tipo de personas que se arriesgara a transportar sustancias ilegales. Tampoco estaba en condiciones de arriesgar su estabilidad y paz mental por unos cuantos pesos de más. Aún así esta situación lo llegó a afectar más de lo imaginado.

Aterrizaje en aeropuerto de España

Luego de las casi 12 horas de viaje atravesando el Océano Atlántico, el avión llegó al aeropuerto Adolfo Suárez Barajas, de Madrid.

Pese a que tenía planeado recorrer España, en el aeropuerto se dispuso a buscar el siguiente terminal pues tenía vuelo en escala directamente hacia París. Allí estaría al menos por una semana de vacaciones.

Después de varios minutos recorriendo el aeropuerto y preguntando a las demás personas por dónde debía ir para tomar su siguiente vuelo, Samuel fue abordado por dos oficiales de policía que le pidieron su documentación y le hicieron preguntas en referencia a su viaje.

Samuel un poco asustado pero tranquilo de saber que tenía todo en regla cooperó con los policías. Les presentó el pasaporte y los respectivos documentos de viaje, incluida la reserva de hotel y su itinerario de viaje.

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Uno de los oficiales de policía se contactó por radio con otro oficial que al parecer se encontraba al otro lado del aeropuerto. El agente solicitó que verificara el numero de pasaporte del colombiano y otros datos más. La inspección no duró más de 3 minutos, sin embargo, el policía lo miraba con serias sospechas.

“Caballero, déjenos ver su maleta por favor”, le dijo uno de los oficiales de policía. A lo que Samuel tranquilo pero preocupado al mismo tiempo accedió.

Cuando los oficiales abrieron la maleta y comenzaron a inspeccionar, no duraron mucho tiempo cuando en el primer bolsillo del equipaje encontraron una bolsa negra cuyo contenido se veía sospechoso.

De inmediato Samuel se timbró y frunciendo el ceño viendo dicho paquete dijo: “¿qué es eso? ¿de dónde salió?”.

Inspección exhaustiva en aeropuerto en España

Los agentes de policía le pidieron al joven que los acompañara a un cuarto especializado en analizar este tipo de contenidos. Samuel les advirtió que tenía su vuelo de escala muy pronto y que no podía ir con ellos pues no podía perder el avión.

Uno de los policías, quien manejaba la situación, le dijo que no era una pregunta y que las cosas podrían ser mas graves de lo que el pensaba. “Es mejor que coopere con nosotros y no nos haga las cosas mas difíciles”, dijo el agente.

Samuel, ahora con los nervios de punta, accedió y los 3 se fueron para el salón a seguir inspeccionando la maleta. Por el camino y mientras caminaban Samuel se preguntaba a si mismo, qué contenía ese paquete y por qué estaba dentro del bolso si eso no le pertenecía.

El joven analizaba todas las posibilidades y lo que le llegaría a pasar si dentro de ese paquete hubiese lo que sospechaba que contenía.

Al llegar, los agentes abrieron el paquete con envoltura negra y descubrieron un extraño polvo blanco. De inmediato le hicieron un análisis para determinar qué clase de sustancia era.

Al exponerlo con un reactivo especializado en detectar ese tipo de cosas, el color del liquido se tornó azul. Esto significaba el resultado positivo para la prueba de cocaína.

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En ese momento el agente que hizo el análisis le dijo a Samuel “a partir de este momento queda usted detenido por un delito contra la salud pública”

Viajero tiene que afrontar responsabilidades

Samuel mirando toda la escena no podía creer lo que estaba pasando, pues él sabía que ese paquete y esas sustancias no le pertenecían. Pasmado y con la mirada perdida, no podía creer ni entender nada de lo que pasaba.

¿Qué iba a pasar ahora? ¿cómo se lo diría a su familia? ¿cómo llegó ese paquete ahí? ¿de qué manera puede comprobar su inocencia? Estas y decenas de preguntas más rondaban por su cabeza una y otra vez sin una explicación lógica.

Ahora perder el viaje a Europa, su sueño desde que era pequeño, era el menor de sus problemas. El joven colombiano estaba afrontando la posibilidad de ir a la cárcel por 5 años por un delito que el no había cometido. Se encontraba completamente seguro que esa mercancía no le pertenecía.

Al cabo de unos minutos su mente por fin pudo reaccionar. Lo primero que le dijo a los agentes es que ese paquete no era suyo, que alguien lo había introducido en su maleta. El policía le dijo que si no era suyo entonces dónde cree que se lo pudieron haber colocado allí.

Samuel, con mas preguntas que respuestas, no supo qué contestar. Lo único que pensó fue que las personas que acomodan el equipaje para meterlo al avión podrían haber estado implicadas.

El comienzo de una pesadilla para este viajero

Mentalmente el joven devolvió sus pasos y trató de recordar todo lo que hizo, donde estuvo y con quien habló desde que salió de su casa en Bogotá hasta que se bajó del avión en el aeropuerto de Madrid.

Sin tener claros todos los momentos, no lograba encontrar una respuesta ante tan tensionaste momento, pues de eso dependía su situación con la policía.

“Lo único que puedo decirles es que soy inocente. No se como llegó ese paquete a mi maleta, si hubiera querido transportarlo lo habría metido en un sitio más oculto y no a la vista como ustedes lo encontraron. ¿No cree?”, mencionó el joven.

Angustiado les pidió a los agentes poder realizar una llamada para comunicarse con su familia en Colombia y explicarles lo que acababa de pasar. Sin embargo, el esfuerzo fue nulo porque sus familiares no le atendieron la llamada luego de varios minutos.

Hablar con extraños en un aeropuerto

Confundido y preocupado, Samuel comenzó a recordar que cuando se encontraba en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, conoció a un extraño sujeto que comenzó a hacerle la charla justo cerca de la entrada del baño público.

Aquel sujeto le preguntó primero dónde quedaba la terminal 2, a lo que Samuel le indicó el camino con la mano. Sin darse cuenta, Samuel comenzó a hablar con aquel sujeto acerca de temas varios como el motivo de su viaje.

El sujeto le dijo que ya había hecho un Eurotrip y le recomendó algunos sitios para visitar durante su estancia en territorio europeo. También le hizo advertencias sobre sitios a los cuales no debía ir pues podrían ser peligrosos.

Samuel, quien ya había conocido varios países de Latinoamérica pero ninguno de Europa, le siguió preguntando al sujeto acerca de sus viajes y entre charla y charla esta persona se fue ganando su confianza.

Como tenía todavía tiempo para abordar su vuelo y no quería utilizar los baños del avión, Samuel aprovechó el momento y ya que estaba cerca del baño del aeropuerto quiso entrar y hacer sus necesidades en aquel lugar.

Confiar el equipaje a desconocidos

El problema es que tenía mucho equipaje, en su mayoría ropa de invierno, por lo que entrar al baño con todo eso resultaba bastante tedioso. El sujeto al ver a Samuel tan enredado con todo tu equipaje, quiso embolatarlo ofreciéndose a cuidárselo mientras él se iba al baño.

En un principio Samuel se negó pues desconfió por un momento de las intenciones del sujeto, pero las ganas por entrar al baño le ganaron y decidió solo dejarle la maleta mediana pues ahí solamente había ropa y nada de valor, por lo que si la perdía pues no era tan grande el daño. Además, la maleta tenía candando, lo que le dio más seguridad a Samuel. A eso se le suma que el aeropuerto estaba lleno de policías y cámaras por todos lados, por lo que pensó que un posible robo era poco probable.

El colombiano le dejó entonces dicha maleta y se metió al baño tratando de demorarse lo menos posible pensando en su equipaje.

5 minutos después, Samuel salió y se encontró con el sujeto quien le tenía la maleta. Al parecer todo estaba en orden. Luego de 10 minutos más de charla Samuel se despidió pues debía facturar el equipaje y posteriormente ingresar a la sala de espera para abordar el vuelo.

Viajero relata historia a policías del aeropuerto en España

Volviendo al presente, Samuel les explicó a los policías del aeropuerto en España toda esta historia y señaló a aquel extraño sujeto que conoció en Bogotá como el responsable directo de que ese paquete con cocaína estuviera en su maleta.

“El me metió eso en la maleta. No puede haber otra explicación, porque aparte de eso en todo este tiempo yo no he dejado mi maleta sola”, mencionó.

Los policías del aeropuerto en España, tratando de empatizar con Samuel le dijeron que su historia podía ser cierta, pero que eso no le podía quitar la responsabilidad de transportar dichas sustancias pues se encontraban en su equipaje. Por lo tanto, debía ser detenido y se le asignaría un abogado para comparecer frente a un juez quien deberá analizar su sentencia.

Al final Samuel fue llevado al calabozo del terminal del aeropuerto en Madrid, España y luego de eso tuvieron que pasar dos días para que el juez dictara su sentencia.

La presunción de inocencia, no exonero al delito

A pesar de que el joven colombiano no tenía antecedentes penales y que en todo momento alegaba su inocencia, esto no sirvió de nada pues las pruebas estaban en su contra.

La policía encontró en ese paquete 3 kilogramos de cocaína y por lo tanto el juez le hizo pagar 5 años de prisión por trafico de estupefacientes.

A pesar de que en este caso no fue su culpa transportar dicho cargamento, Samuel cometió el error de confiar en alguien que acababa de conocer.

Este tipo de comportamientos los hacen los traficantes de drogas por dos motivos: el primero, para ver si pueden lograr pasar droga a otro país sin exponerse ellos personalmente y el segundo para que al viajero lo capturen apropósito con poco cargamento mientras en otra parte del aeropuerto hay mulas transportando más kilos de esas sustancias. Los usan como conejillos de indias.

Historias como esta sirven para que la gente tome conciencia y no sea tan ingenua cuando se encuentra en un aeropuerto.

Pillado con las manos en la masa

La segunda historia de hoy sucedió en el aeropuerto de Lima, en Perú. Un hombre de mediana estatura es detenido por la policía del lugar para una requisa de rutina.

Esta historia contada por el programa Alerta Aeropuerto de National Geografic, narra que la policía en este aeropuerto constantemente revisa comportamientos sospechosos de los viajeros y hace controles aleatorios para verificar documentación y equipaje.

“Su equipaje ha sido observado por los rayos x del aeropuerto. Vamos a hacer inspección en su presencia”, le dijo el policía al viajero.

El sujeto nervioso, pero algo tímido acepta ayudar a los policías con la requisa y ellos le piden que los acompañe al cuarto de interrogatorios donde además de hacerle algunas preguntas de rutina sobre su viaje también verificarán su equipaje.

Una vez llegados al cuarto para inspeccionar la maleta, los agentes la abren para mirar su contenido. Apenas abierta encontraron varios paquetes con un contenido sospechoso. Las bolsas ni siquiera estaban ocultas en los bolsillos del equipaje, estaban a simple vista.

Importante incautación de sustancias ilegales

Luego de eso, uno de los agentes del lugar abrió el primer paquete que encontró y al mezclarlo con el reactivo que indicaría que dicho material es droga encontraron que la coloración es azul turquesa, es decir, positivo para cocaína.

“Usted se encuentra detenido por el delito de tráfico ilícito de drogas”, le dicen al sujeto.

En ese momento, y con un evidente rostro de preocupación, el hombre no tiene mas remedio que afrontar lo que se le venia encima.

Aquí la cuestión no es si el pasajero transportaba o no sustancias ilícitas. La cuestión es la cantidad y el peso, pues dentro de dicha maleta habían 12 paquetes con un peso total de 7.7 kilogramos.

La pena de cárcel para este hombre puede ser bastante severa por la cantidad que llevaba. Sin embargo, parecía que no acababa ahí pues la policía tenia serias sospechas de que, en su otro equipaje, que aún no había sido recogido, podía haber mas droga.

Al inspeccionar y encontrar el otro equipaje a su nombre, encontraron dentro otros paquetes también con cocaína. Y la  suma total en kilos fue de más de 15, luego de la prueba química.

El hecho de que el total de dicha sustancia sea de 15 kilos, ya los cargos que se le impugnaran al viajero pasará de ser tráfico básico a tráfico agravado.

Ahora la policía trasladará al sujeto a comparecer frente a un juez. Por este hecho podría enfrentar una pena de hasta 25 años de prisión.

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