Tom Homan, el «Zar de la frontera» puesto por Trump
Antes de su posición oficial en la Casa Blanca en enero del próximo año, Donald Trump ya ha comenzado a mover sus fichas de cara a lo que el mismo indicó será la mayor deportación masiva en la historia de los Estados Unidos, con el «Zar de la Frontera», a la cabeza, según lo ha indicado él mismo.
Para ello puso al frente de sus políticas migratorias a Tom Homan, ex-policía de Nueva York y exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Qué funciones realizará el Zar de la frontera durante el mandato Trump
Según Trump, Homan, el nuevo zar de la frontera, se encargará de toda la parte operativa y de seguridad fronteriza durante sus años de mandato. Este funcionario llevará a cabo las deportaciones de los inmigrantes capturados de manera irregular que se encuentren en territorio estadounidense sin poder justificar su residencia.
Homan comparte la ideología de Trump en referencia a los inmigrantes indocumentados. Es conocido por ser intolerante al momento de tomar decisiones que tengan que ver con políticas anti-migratorias.
Según lo indica la BBC, durante su tiempo en el ICE lideró iniciativas de expulsión y deportación de migrantes. Estuvo a favor de separar familias de migrantes con el propósito de desincentivar el cruce ilegal por la frontera desde México.
Así mismo trabajó tanto con Trump como con Obama en materia migratoria. De hecho, con este último fue nombrado director asociado ejecutivo de la división de deportaciones del ICE en el 2013.
También le fue otorgado el premio Presidential Rank Award por su trabajo en materia migratoria.
Aunque a nivel gubernamental fue elogiado por su ardua labor y por destacarse en sus resultados. No obstante, sus métodos han sido fuertemente cuestionados por ser considerados crueles.
Tolerancia cero y separación de familias migrantes
Durante el año 2018 Homan defendió ferozmente la política de “tolerancia cero” que separaba a niños migrantes de sus padres en la frontera con México.
El objetivo, según Homan y según el gabinete de gobierno, no era otro sino el de enviar un mensaje claro y contundente a los cientos de miles de migrantes que cruzaban la frontera en aquel entonces el cual era no atreverse a hacerlo. Para ello fueron utilizados a los hijos de los migrantes como objeto de control.
Como principal promotor de esta iniciativa, Homan alegó que esto obligaría a los padres a replantearse la idea de cruzar ilegalmente la frontera.
Ha sido muy conocido por sus políticas severas y poco flexibles hacia los inmigrantes irregulares. Con ello logró ser participe en múltiples ocasiones de programas de la cadena Fox News.
Con Homan en este puesto, se espera un incremento significativo en el número de deportaciones durante los primeros meses de mandato de Trump.
Partidarios de este tipo de ideas, esperan que el gabinete presidencial entregue resultados mes tras mes en donde se vea reflejado lo prometido por Trump durante su campaña.
La propuesta inicial es poner la mayor parte de esfuerzos del Estado en expulsar a los inmigrantes que tengan un prontuario delictivo significativo y que representen un peligro para la seguridad nacional. Posteriormente planea enfocar esos esfuerzos en deportar a quienes tengan orden de expulsión.
Si años atrás Homan defendía la idea de separar familias y alejar a los niños de sus padres, ahora sus políticas son mas agresivas. Para el nuevo gobierno de Trump ha propuesto deportar a las familias enteras.
En qué enfocará sus esfuerzos el zar de las fronteras del gobierno Trump
Insistió en que su plan para deportar masivamente inmigrantes de suelo estadounidense no involucrará detenciones en centros penitenciarios ni jornadas de captura en sectores residenciales. Su esfuerzo, según él, se enfocará en centros de trabajo y lugares particulares de detención.
Habrá que ver si tanto Trump como Homan pueden realizar ese tipo de campañas de deportaciones pues hay varias cosas que les juegan en contra.
Primero, el factor monetario, ya que deportar por lo menos 1 millón de inmigrantes por año representan unos 88.000 millones de dólares anuales. Esto supondría una carga de recursos económicos bastante alta para el gobierno, teniendo en cuenta la deuda pública.
Por otra parte, , al deportar a los millones de indocumentados que hay actualmente trabajando en áreas como construcción, agricultura u hotelería, generaría un déficit de trabajadores y por ende un desequilibrio en el sistema económico.
Al expulsar del país a estos millones de inmigrantes que viven de estas actividades fundamentales para el desarrollo de la sociedad americana, como se conoce, y dado que la gran mayoría de ciudadanos americanos no se interesa por este tipo de actividades, el gobierno tendría forzadamente que contratar personal desde el extranjero, algo parecido a lo que está haciendo Europa con los inmigrantes desde hace años.
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