Redadas masivas en Chicago dejan un saldo de 1.000 migrantes capturados por día
Chicago ha sido centro de controversia por la contraposición de su administración local con respecto a las nuevas políticas nacionales en relación a la inmigración, en donde se han intensificado las redadas masivas para capturar personas sin permiso de residencia.
Esta ciudad, reconocida por ser un bastión de los demócratas, se ha catalogado como un sitio seguro al ser considerada como ciudad santuario. Allí los inmigrantes podían llegar tranquilamente y vivir allí de manera indefinida.
Sin embargo, las políticas migratorias han hecho de las suyas. Se han movilizado efectivos de migración, así como funcionarios de otros departamentos para fortalecer esas redadas masivas en Chicago.
En un despliegue de fuerza estatal, han sido movilizados agentes del FBI, la DEA y el ICE. El desplazamiento se hace con el fin de capturar y posteriormente deportar extranjeros que no tengan documentos legales. Tienen como prioridad aquellos con asuntos pendientes con la justicia.
Esto parece ser un punto de inflexión en la ciudad pues siempre se le consideró como ciudad santuario. De hecho, estados más conservadores como Texas han enviado a cientos de miles de migrantes hacia allí.
Asociaciones defensoras de los derechos humanos han alegado que tales detenciones son arbitrarias. Aseguran que violan derechos constitucionales como la libertad de expresión o protección contra registros injustificados.
Tensión en la frontera con México
Analistas políticos señalan que los primeros vuelos de deportaciones son principalmente de migrantes que han sido sorprendidos cruzando la frontera desde México de manera irregular. De hecho, gran parte de la población estadounidense no está muy de acuerdo con las redadas masiva, como las ocurridas últimamente en Chicago.
Por el momento gran parte de esos esfuerzos gubernamentales por evitar la inmigración están centrados mas en la frontera sur del país. Se quiere evitar que sigan cruzando por el muro.
Estas nuevas medidas tomadas por Trump han sido fuertemente cuestionadas en las Cortes norteamericanas porque varias de ellas parecen ser inconstitucionales. En ese caso, tendrán que ser los jueces quienes dictaminen si tales leyes son legales o no. Con el tiempo podrá saberse qué tan legitimo es el plan que está llevando a cabo el republicano.
Para el caso de Chicago la situación es más complicada. Según lo indicó igualmente la gobernación del Estado de California, esta en contra de las políticas nacionales contra los migrantes.
De hecho, el gobernador de Illinois, JB Pritzker, dijo que durante su mandato colaborarán con los federales bajo ciertos límites, como por ejemplo cuando se trate de condenas vigentes u órdenes de expulsión.
Así mismo, indicó que su gobierno no participará de redadas masivas ni la intromisión en escuelas, iglesias u hospitales.
También se pronunció al respecto Brandon Johnson, el alcalde de Chicago, indicando que la ciudad seguirá siendo un lugar seguro para los inmigrantes. Indicó que su administración se encuentra lista para enfrentar medidas que intenten violentar los derechos de dichas poblaciones.
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